Con la colaboración de:
Belén Alonso y Ferran Estrada
Belén Alonso y Ferran Estrada
Figura de
Gemma Ercilla |
Los valles submarinos conforman uno de los paisajes más espectaculares del fondo marino. Los primeros datos informando sobre la presencia de estos valles se remontan al siglo XIX, pero es a partir de mediados del siglo XX cuando los geólogos reconocemos el papel tan importante que tienen como vías de trasferencia de todo tipo de material (sedimentos, nutrientes, contaminantes…), desde el continente hasta el medio marino profundo. El desarrollo tecnológico, entre los que destacan la zona multihaz, el sonar de barrido lateral y los sistemas de sísmica, está permitiendo descubrir y estudiar en detalle la gran variedad de valles que excavan el fondo marino; valles con diferentes dimensiones, morfologías y trayectorias que son cambiantes a medida que discurren mar adentro. El desarrollo de los valles submarinos está ligado a la evolución de los fondos oceánicos, por lo que su estudio aporta una valiosa información para tener un mayor conocimiento de ese gran desconocido que es el fondo y sub-fondo marino de nuestros mares y océanos.
El origen de los valles submarinos ha sido uno de los temas más controvertidos de la Geología Marina. Actualmente, los modelos de evolución de cañones submarinos modernos establecen que éstos resultan de la combinación del aporte de sedimento desde el continente y de los procesos de inestabilidad sedimentaria que actúan gradualmente o de forma convulsa. Estos procesos comprenden flujos compuestos por la mezcla de agua más sedimento de tamaño muy diverso, que varía desde bloques métricos a partículas tamaño arcilla, y que viajan por el fondo marino a grandes velocidades (hasta varios km/h) transportando importantes volúmenes de sedimento (hasta 5000 kilómetros cúbicos). La ocurrencia más o menos continuada de estos flujos a lo largo de miles de años favorece la progresiva excavación, y por tanto, la formación de los valles submarinos. Muchos factores se han identificado como precursores de las inestabilidades submarinas que contribuyen a excavar los valles submarinos. Estos incluyen los procesos que operan a escalas de tiempo de minutos (terremotos) y procesos geológicos que operan en escalas de tiempo de decenas o cientos de miles de años. Los principales factores identificados son: altas tasas de sedimentación; presencia de gas en el sedimento; erosión; actividad tectónica; terremotos; olas de tormenta; actividad volcánica y actividad antrópica. Por lo tanto, diferentes sedimentos en los que se excavan los valles submarinos pueden ser propensos a la inestabilidad sedimentaria dependiendo de su composición, geometría y en última instancia, su ubicación. Además, estos procesos interaccionan con la acción de las corrientes de fondos asociadas a las masas de agua que circulan en los mares y océanos, pudiendo condicionar su génesis, inhibiendo su formación, tipo de depósitos y su evolución, o llegando incluso a causar su desaparición. Los modelos de evolución de los valles submarinos también indican que los cañones submarinos y los canales medio-oceánicos son los valles que más perduran en el tiempo geológico (escala de millones de años), mientras que los canales y las cárcavas tienen por lo general un carácter más efímero y con un rango de escala temporal más variable en los canales que en las cárcavas submarinas. |
Gemma Ercilla
Investigadora Científica del ICM-CSIC. El objetivo principal de su investigación es la Geología Marina de los márgenes continentales y ambientes marinos profundos en contextos geológicos de diferentes latitudes. Para ello estudia la morfología de los fondos marinos, especialmente las formas más activas, los mecanismos de transferencia de sedimento desde el continente al medio más profundo, la tectónica y la estratigrafía. Y todo ello para establecer las implicaciones paleoceanográficas y paleoclimáticas, así como caracterizar losriesgos geológicos potenciales que nos pueden venir del mar. En su trayectoria también destaca la contribución al desarrollo tecnológico y la creación de infraestructuras flotantes, laboratorios en tierra, así como creación y mantenimiento de colecciones geológicas. Su labor de investigación se ha desarrollado en el marco de proyectos nacionales, regionales, de la UE y ESF, así como en el marco de convenios/contratos con empresas privadas y la administración pública. Es autora de numerosos artículos y libros científicos. |
Belén Alonso
Profesora de Investigación del ICM-CSIC Sus intereses de investigación van desde la morfología del lecho marino, con especial atención a los valles submarinos, a la evolución y la arquitectura sedimentaria de los márgenes continentales, y los procesos y depósitos sedimentarios de aguas profundas. Los principales desafíos en su investigación son una mejor comprensión del origen, la formación y la evolución sedimentaria de los sistemas de turbidita. Desde 1997, ha colaborado con la industria petrolera (Repsol-YPF, Norsk Hydro, Medgaz) en varios proyectos de investigación sobre sistemas turbidíticos en el Mediterráneo noroccidental. Es coautora de numerosos artículos y libros publicados (nacionales e internacionales). Ha participado en numerosas conferencias como oradora y presidenta, y ha dirigido muchos proyectos de investigación españoles e internacionales (UE, FSE). |
Ferran Estrada
Geólogo del ICM-CSIC. Sus temas de investigación comprenden los márgenes continentales y las cuencas submarinas, con especial hincapié en el desarrollo sedimentario y tectónico del presente y del pasado, así como el estudio de la geomorfología de los fondos marinos. En particular, sus líneas de investigación se centran en la evolución de los sistemas turbidíticos y el comportamiento de los complejos de canal/dique y de los lóbulos asociados en diferentes entornos. Recientemente, su trabajo se ha centrado en la Crisis de la Salinidad del Mesiniense en el Mar Mediterráneo occidental. En la tectónica activa en zonas de colisión y los riegos geológicos asociados y en la modelización de tsunamis asociados a fallas submarinas. Todos estos temas se han desarrollado en diferentes entornos geológicos, que abarcan varios mares y océanos, incluidos el Mediterráneo, el Atlántico, el Pacífico y la Antártida. |